LA MÚSICA PRIMITIVA:
Los instrumentos más antiguos fueron la voz humana y los instrumentos de percusión y la danza estuvo estrechamente relacionada con la expresión musical. Como instrumento de percusión cualquier soporte ruidoso valía hasta crear el tambor. Despues la flauta y con la revolución metalúrgica se crearon las trompetas. Después los instrumentos de cuerda y con la invención de la escritura se dieron los primeros intentos por dotar la música de una notación.
«Música» procede de «musiké» y hace referencia al antiguo canto en verso. Con la filosofia griega comenzó también la reflexión sobre la música: la doctrina de la armonía cósmica de Pitágoras (500 A.C) planteaba que la distancia entre los planetas guardaba relación con las proporciones de longitud de las cuerdas para crear los tonos armónicos -y que estas a su vez, se correspondían con los movimientos del alma humana.
En la Grecia clásica (siglo VI) imperaba la poesía épica acompañada de arpa. El canto coral desempeñaba un papel importante en el ámbito ritual.
MÚSICA MEDIEVAL:
Antiguamente, en la liturgia estaba prohibido el uso de instrumentos. Sólo se podía alabar a Dios con himnos: la salmodia y el canto gregoriano. La resonancia de las iglesias gótica dio un poder de resonancia a los cánticos de efectos divinizadores. El canto también era decisivo en la música profana medieval, a partir del siglo XI los trovadores franceses se convirtieron en estrellas de la canción.
Pero la innovación más importante en el ámbito de la música medieval fue el desarrollo de la Polifonía, con sede en Notre-Dame: los cantantes no interpretaban la misma melodía, sino melodías distintas de forma simultánea (Armonía). Uno de los compositores mas notables de la escuela de Notre-Dame fue Perotinus Magnus.
En el ámbito musical, el Renacimiento fue menos innovador que en otros campos, la música renacentista se limitó a continuar las vías abiertas por la música medieval. Con el Renacimiento se quiso recuperar la tragedia antigua, el dráma músical, al final del Renacimiento se había creado algo totalmente innovador: La Ópera.
EL BARROCO:
La Primera Gran Ópera es el Orfeo de Monteverdi (1576-1643). En las óperas italianas las grandes estrellas eran los castrati. Con la Ópera comienza el periodo Barroco de la música. Después la música instrumental se emancipó de la vocal. Los músicos empiezan a trabajar para la corte. Uno de ellos fue Antonio Vivaldi (1678-1714).
Entonces el músico no entendía su actividad como producción artísitca, era un trabajo artesanal. Los mayores representantes del estilo Barroco fueron Häendel (1685-1759) i Bach (1685-1750). Bach desarrolló la fuga (varios instrumentos interpretan un mismo tema progresivamente) y la adaptó a diferentes tonalidades creando diferentes emociones (el modo mayor, dinámico y agudo, se asocia a la alegría; el modo menor, más lento y grave, denota tristeza). Bach cayó en el olvido.
La época barroca estableció las leyes de la armonía.
EL PERIODO CLÁSICO:
Al final del Barroco, cansados de construcciones complejas la gente reclamaba algo más vivo, alegre y natural. Y a lo largo de este periodo los músicos se emanciparon de los nobles.
Haydn (1732-1806) reinterpretó la sinfonía y redistribuyó los papeles de los instrumentos solistas: desarrollando la sonata para piano y los cuartetos de cuerda. Posteriormente, Beethoven lo llamaría, cariñosamente, «Papa Haydn»
Mozart (1756-1791) fue un niño prodigio, un genio que componía la pieza en su memoria y despues se limitaba a escribir-la. Independizó el trabajo del músico de la corte.
Beethoven (1770-1827) se proponía a unir sentimiento y mensaje humanista en una música muy elaborada desde el punto de vista formal (su música está escrita con más exactitud que la de Mozart y si Mozart permitia a los músicos un margen de improvisación, Beethoven fija sus partituras con precisión absoluta). El músico, genio, se convierte en un artista por su propio merito y desarrolla su trabajo con total independencia. Beethoven dio un rumbo distinto a la música e inaguró la siguiente época: El Romanticismo.
EL ROMANTICISMO:
La música se traslada al salón burgués, de ahí «música de cámara». Se crea la figura del crítico musical y del virtuoso, se equipara la música a una obra de arte, la música seria y la ligera. Franz Schubert (1797-1828).
Todo lo que podía decirse con una sinfonía ya lo había dicho Beethoven, la búsqueda de nuevas fórmulas musicales se convirtió en una lucha a dos bandos: conservadores y renovadores. Un ejemplo de conservador: Brahms (1833-1897). Los renovadores propusieron soluciones diversas: música descriptiva, como ejemplo la Sinfonía fantástica de Hector Berlioz (1803-1869), Franz Liszt (1811-1886) y Richard Strauss (1864-1949). A destacar los dos compositores que recuperaron para su época a Bach: Schumann (1810-1856) y Mendelsson (1809-1847). Otra respuesta a la crisis de las formas musicales fue el desarrollo de las músicas nacionales: Peer Gynt-Suite de Edwar Grieg (1843-1907). Y uno de los músicos románticos más reconocidos: Chopin (1810-1849).
Los rusos fundaron el Ballet Ruso. A parte, destacaron Mussorgski (1839-1881) y Tchaikovski (1840-1894).
La gran revolución de este periodo y el artista que inauguró la siguiente época fue Wagner (1813-1883), el gran maestro de la Ópera romántica alemana, que se inspiró de las leyendas nórdicas para elaborar una de las obras más importantes de la historia de la música clásica: El anillo de los Nibelungos. Si bien los clásicos encontraban la armonía en la simplicidad, Wagner añadía mayor número de notas a los acordes creando así mayor número de combinaciones de acordes rompedores para el sonido de la época. En busca de la obra de arte total, Wagner intenta reunir todas las artes bajo el dominio de la música.
MÚSICA MODERNA:
Gustav Mahler (1860-1911) es considerado como el primer compositor moderno. Romántico, admirador de Wagner y propoenso a lo gigantesco.
El mundo de la música sufre un replanteamiento, al igual que el resto de las artes. Como en la pintura, los impresionistas buscan nuevos sonidos disolviendo las viejas formas musicales: Claude Debussy (1862-1918). La música aún es armónica desde el punto de vista sonoro pero las combinaiones de acordes y escaleras inhabituales desorientaron al público: Erik Satie (1866-1925), familiarizado con los surrealistas compuso música sobre la música (Sonate Burreaucratique) que ridiculiza la música predominante.
Arnold Schönberg (1874-1951) hace música con menos armónicos, música disonante que por contraste amplifica la belleza de la armonía. La música dodecafónica, con un igualitarismo absoluto entre notas no es bien acogida por el público. Igor Stravinski (1882-1971) trabajo las formas tradicionales, en parte clásicas y en parte arcaicas, y las organizó con tanta ironía que su música logró escandalizar a sus contemporáneos. Tanto Schönberg como Stravinski gozan de la libertad artística de su país. Esta suerte no la tuvieron Sergei Prokofiev (1891-1953) ni Dimitri Shostakovich (1906-1975) que desarrollaron su obra en la vieja Rusia. De ahí que su música acuse una contradicción entre el clima de optimismo oficial y la protesta subterránea.
Fuente: La Cultura, Dietrich Schwanitz.
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