
Federico Trillo, diputado del PP, aquel que se ensaño con Pilar Miró en su día (por unos temas de "trajes" mucho más inocentes de los que tratamos hoy) y que no desistió hasta conseguir su dimisión, ha lanzado su artillería verbal contra José Tomás, llamándole mentiroso y dudando de su cualificación profesional para defender a su compañero Francisco Camps, el presidente valenciano, sobre quien recae la sospecha de haber aceptado vestuario por 12.000 euros de empresarios que recibieron contratos de la administración donde gobierna.
Antes de que Garzón llamara al sastre, el juez ya tenía pruebas para imputar a Correa y los suyos el supuesto delito de sobornar a políticos valencianos con regalos a cambio de contratos millonarios de esa administración autonómica.
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