Baltasar Garzón Real nació el 26 de octubre de 1955 en Torres, Jaén (España). Es un conocido magistrado, juez titular del Juzgado Central de Instrucción número 5. Estos juzgados investigan los delitos cuyo enjuiciamiento corresponde al Juzgado Central de lo Penal o a la Audiencia Nacional, tribunales españoles que enjuician en primera instancia los delitos con implicaciones en todo el territorio o de mayor gravedad.
Garzón cobró fama internacional por promover una orden de arresto contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet por la muerte y tortura de ciudadanos españoles durante su mandato y, por crímenes contra la Humanidad.
Tras su paso por la política en las listas electorales del PSOE, volvió a la Audiencia Nacional donde sus investigaciones contra el llamado terrorismo de Estado contribuyeron también a denunciar las acciones de José Barrionuevo Peña, Ministro de Interior del PSOE, con relación a los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), la llamada guerra sucia contra el terrorismo.
Investigó a Jesús Gil, antiguo alcalde de Marbella y dueño del Club Atlético de Madrid, por corrupción; dirigió importantes operaciones contra el tráfico de drogas y investigó a ETA y lo que considera su entorno.
En abril de 2001, solicitó al Consejo de Europa desaforar al entonces primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, miembro de la asamblea parlamentaria del Consejo. En diciembre de 2001, Garzón puso en marcha una investigación de las cuentas en el extranjero del segundo banco más grande de España, BBVA, por supuestos delitos de lavado de dinero. En enero de 2003, el magistrado criticó acremente al gobierno de Estados Unidos por la detención de sospechosos de al Qaida en la bahía de Guantánamo, Cuba. También hizo una campaña intensa contra la guerra de Irak de 2003 y ordenó el arresto de Osama bin Laden, jefe de la red terrorista Al-Qaeda.
El 16 de octubre del 2008, Garzón se declaro competente para investigar las desapariciones registradas durante la Guerra Civil española y los primeros años de la dictadura militar de Francisco Franco, e instruyó la apertura de 19 fosas comunes diseminadas en todo el país, entre ellas en la que se supone se encuentra enterrado el poeta Federico García Lorca. Sin embargo el 16 de noviembre de 2008, Garzón decidió inhibirse del caso. El juez explicó que dejó de instruir la causa porque ya no hay responsables vivos contra los que dirigir la acción penal, aunque considera que los delitos "permanecen" y no prescribieron. Garzón dijo que ahora corresponde a los juzgados provinciales en los que se encuentren las fosas investigar las miles de personas desaparecidas durante ese periodo.
Es autor de: Cuento de Navidad: es posible un mundo diferente (2002), Un mundo sin miedo (2005), La lucha contra el terrorismo y sus límites (2006) y La línea del Horizonte (2008)
Aparte de estos libros, Pilar Urbano, escribe Garzón: El hombre que veía amanecer. Biografía autorizada, motivo de escándalo pues en ella presuntamente se desvelan secretos sumariales. Sus enemigos lo tacharon de hagiografía, pero permite saber algo más acerca de la vida e ideología del juez. Para tener un testimonio de primera mano sobre su forma de actuar resulta muy útil leer las memorias de José Amedo donde se hace un retrato muy vivido del personaje y de las circunstancias que rodearon la segunda instrucción del caso GAL.
También hay diversas obras muy críticas con él, como Garzón, la otra cara de Pepe Rei, antiguo redactor jefe de Egin y de la revista Ardi Beltza, que fue procesado por el propio Garzón por su relación con ETA, en la que se le acusa de torturas a los presos etarras, Pepe Rei se encuentra actualmente en libertad y libre de todo cargo.
En una entrevista concedida a Karmetxu Marín el febrero pasado afirmaba «No soy ni Caperucita ni el lobo (pero me identifico más con el débil que con el fuerte)», «Ni El Vengador Justiciero ni El Llanero Solitario, porque, aunque la acción de la justicia el juez instructor la hace en soledad, contribuyen a ella muchas personas.»
A la pregunta: «¿Qué es más: idealista o ambicioso?», la respuesta: «Sin lugar a dudas, idealista. Tengo la ambición del idealismo».
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